Las armas biológicas y tóxicas son microorganismos como virus, bacterias u hongos, o sustancias tóxicas producidas por organismos vivos que se producen y liberan deliberadamente para causar enfermedades y muerte en humanos, animales o plantas.
Agentes biológicos como el ántrax, la toxina botulínica y la peste pueden plantear un difícil desafío de salud pública que causa un gran número de muertes en un corto período de tiempo. Los agentes biológicos capaces de transmisión secundaria pueden provocar epidemias. Un ataque que involucre un agente biológico puede imitar un evento natural, lo que puede complicar la evaluación y la respuesta de salud pública. En caso de guerra y conflicto, los laboratorios de patógenos de alta amenaza pueden ser atacados, lo que podría tener graves consecuencias para la salud pública.
Las armas biológicas forman un subconjunto de una clase más amplia de armas a las que a veces se hace referencia como armas no convencionales o armas de destrucción masiva, que también incluye armas químicas, nucleares y radiológicas. El uso de agentes biológicos es una preocupación seria y se cree que el riesgo de utilizarlos en un ataque terrorista está aumentando.
Fuente: OMS