La epilepsia es la enfermedad cerebral crónica más común y afecta a personas de todas las edades. Más de 50 millones de personas en todo el mundo padecen epilepsia; Casi el 80% de ellos vive en países de ingresos bajos y medios.
Se estima que el 70% de las personas con epilepsia podrían no tener convulsiones si se les diagnostica y trata adecuadamente. Sin embargo, alrededor de tres cuartas partes de las personas con epilepsia en los países de bajos ingresos no reciben el tratamiento que necesitan, y esta cifra aumenta al 90% en algunos países. En muchos de esos países, muchos profesionales de la salud no tienen la formación necesaria para reconocer, diagnosticar y tratar la epilepsia. En la mayoría de los países pobres en recursos, los medicamentos anticonvulsivos no están disponibles.
Las personas con epilepsia y sus familias frecuentemente sufren estigma y discriminación. En muchas partes del mundo, la verdadera naturaleza de la epilepsia también ha sido distorsionada durante mucho tiempo por mitos, miedos y nociones erróneas sobre el trastorno.
La OMS está trabajando con ministerios de salud y socios para mejorar el acceso al tratamiento de la epilepsia.
Síntomas y tratamiento
La epilepsia no es contagiosa y se caracteriza por convulsiones, que ocurren debido a una actividad eléctrica excesiva temporal en el cerebro. Durante las convulsiones, las personas pueden perder el conocimiento o la conciencia, el control de la función intestinal o de la vejiga, es posible que no puedan oír o ver correctamente y sus movimientos pueden verse alterados. La pérdida de control del movimiento y de la sensación puede provocar lesiones por caídas.
Un profesional de la salud realiza un diagnóstico de epilepsia si hay antecedentes médicos de al menos dos convulsiones. A menudo esto se confirma mediante electroencefalografía (EEG), un método tecnológico indoloro para registrar y estudiar la actividad eléctrica del cerebro.
El tratamiento para la epilepsia puede ser muy eficaz. Con medicamentos anticonvulsivos, hasta el 70% de las personas que viven con epilepsia podrían dejar de sufrir convulsiones. Después de 2 años de tomar medicamentos sin sufrir convulsiones, un profesional de la salud puede recomendar suspenderlos. Cuando los medicamentos no son útiles para aliviar la afección, algunos tipos de cirugía pueden ser beneficiosos. Dado que las personas con epilepsia tienen una mayor incidencia de afecciones psicológicas como ansiedad y depresión, la ayuda psicosocial también es útil.
Respuesta de la OMS
Programas de colaboración anteriores de la OMS sobre epilepsia han demostrado que la integración de la atención de la epilepsia en la atención primaria de salud puede reducir significativamente la brecha en el tratamiento de la epilepsia. Basándose en los métodos basados en evidencia del Programa de Acción para la Brecha en Salud Mental de la OMS (mhGAP), la OMS apoya la capacitación de proveedores de atención médica no especializados de atención primaria para diagnosticar, tratar y dar seguimiento a las personas con epilepsia. El Programa de la OMS para reducir la brecha en el tratamiento de la epilepsia combinó varias estrategias innovadoras para apoyar el acceso y la atención a los servicios para personas con epilepsia, reduciendo así la brecha en el tratamiento de la epilepsia. El programa se implementó en cuatro países: Ghana, Mozambique, Myanmar y Vietnam. 0MS