Puerto Príncipe (EFE).- Cuatro años después del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, el 7 de julio de 2021, el empobrecido país sigue estancado, preso de una crisis sin precedentes, con una violencia que no da tregua y la celebración de elecciones en el aire.
En principio, debería haber votaciones en noviembre próximo, pero la situación general y la extrema inseguridad, con al menos 4.000 asesinatos en el primer semestre, hacen incierta su celebración.
Este lunes se celebró en el Palacio Nacional de Puerto Príncipe una misa en memoria de Moise, torturado y asesinado en su residencia privada de Puerto Príncipe la noche del 6 al 7 de julio de 2021 por un grupo de mercenarios, en su mayoría colombianos.
La ceremonia tuvo lugar «en un clima de recogimiento, dignidad y profunda emoción», subrayó el Gobierno en un comunicado, en el que aseguró que cuatro años después Haití «sigue honrando la memoria del presidente Jovenel Moise» y «reafirmando su compromiso con los valores democráticos y republicanos». EFE