• Esta iniciativa va más allá de la entrega de insumos: educa, empodera y genera oportunidades.
• Con talleres de formación en autocuidado, salud menstrual y protección ambiental, así como con proyectos productivos, la campaña busca que las participantes cuenten con herramientas para transformar sus vidas y comunidades.
Con el firme propósito de transformar realidades y romper barreras históricas, la Secretaría de la Mujer y Equidad de Género de Cundinamarca, puso en marcha la campaña “Dignidad Menstrual”, una estrategia que reconoce la pobreza menstrual como una forma de violencia basada en género y que responde con acciones concretas para garantizar el bienestar, la equidad y la dignidad de mujeres y niñas en el departamento.
Como parte del programa, se entregarán copas menstruales con una duración de hasta 10 años y kits de toallas higiénicas reutilizables con una vida útil de 2 años. Estos insumos no solo garantizan una mejor salud menstrual, sino que también representan un ahorro económico significativo y una contribución directa a la reducción del impacto ambiental.
“Lo que buscamos con esta campaña es romper la pobreza menstrual de nuestras mujeres en el sector rural, identificada como una violencia más de equidad de género. A través de formación, proyectos productivos y la entrega de insumos, queremos mejorar su calidad de vida y abrirles camino hacia un futuro más justo y sostenible”, aseguró la secretaría de la Mujer, Betty Zorro.
El programa beneficiará a cientos de mujeres y niñas en zonas rurales:
• 542 mujeres de 16 municipios recibirán una copa menstrual y capacitación en su uso.
• 550 estudiantes rurales de 11 municipios obtendrán un kit de tres toallas higiénicas ecológicas y formación en cuidado menstrual.
• 330 mujeres participarán en talleres para elaborar sus propias toallas higiénicas hechas a mano, recibiendo además un kit terminado para su uso inmediato.
Con “Dignidad Menstrual”, Cundinamarca se convierte en referente nacional de innovación social y compromiso con los derechos de las mujeres. Esta campaña no sólo atiende una necesidad básica, sino que siembra un mensaje profundo: la menstruación no debe ser sinónimo de desigualdad, sino de poder, salud y dignidad.
Jennifer Gonzalez Rodríguez

