Puerto Príncipe (EFE).- Un año después de que comenzara el despliegue de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) en Haití, liderada por Kenia y que cuenta con el aval de la ONU, la gran asignatura pendiente continúa siendo acabar con la violencia en el país caribeño, donde, pese a algunos avances, las bandas armadas siguen aterrorizando a la población.
El 25 de junio de 2024 llegó a Puerto Príncipe un primer contingente de 400 policías kenianos, dando inicio así al despliegue de la misión, que un año después está dotada con un millar de soldados y agentes de otros países como Jamaica, Belice, Bahamas, Guatemala, Belice, Bahamas, Guatemala y El Salvador.
Si bien su objetivo era garantizar el retorno de la paz junto a la Policía de Haití, la violencia continúa siendo la gran protagonista y solo en los primeros meses de este año al menos 2.680 personas murieron, según datos del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, por lo que entre la población se multiplican las voces que hablan de ineficacia a la hora de combatir a las bandas.
Una violencia de la que tampoco escapa la Misión Multinacional: en este tiempo al menos dos de sus miembros han muerto y otro ha resultado herido.
En Puerto Príncipe, muchos se quejan de que no se ve a los miembros de la MSS por las calles y que permanecen cerca de su base, situada en las proximidades del principal aeropuerto de la capital, el Toussaint Louverture, cerrado desde noviembre a causa de los ataques armados. EFE