La derrota del gobierno de Gustavo Petro en la elección de Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional se oficializó a las 5 de la tarde de este miércoles, pero se conoció desde el mediodía, cuando la plenaria del Senado aceptó el impedimento que presentó la senadora Isabel Zuleta
La elección de Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional no es un hecho menor. Es, sin duda, una estocada a los planes autoritarios del régimen de Gustavo Petro, que ve cómo se le escapa de las manos una de las fichas claves de su proyecto de demolición institucional. En lugar de su candidata, la oficialista María Patricia Balanta, el Senado eligió a Camargo por una contundente mayoría: 62 votos contra 41. Una paliza parlamentaria imposible de disimular.
La elección, que se resolvió tras más de seis horas de deliberaciones, representó un revés para el Gobierno nacional liderado por, Gustavo Petro, que había intentado frenar la llegada del exdefensor del Pueblo Carlos Camargo al organismo judicial.
Este resultado otorga a Camargo la responsabilidad de velar por el cumplimiento de la Constitución Política de 1991 en un contexto de inquietud tanto en el ámbito político como entre la ciudadanía, ante la percepción de que el presidente Petro representa una amenaza para el tribunal, especialmente por sus críticas a decisiones relacionadas con la reforma pensional y otros temas.
Tras conocer el resultado de la elección, de Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional, el presidente Gustavo Petro reaccionó a la noticia en su cuenta de X.
«Excluyeron la mujer y la negra, bajo el infundio que era mía y me tomaba la Corte. (…) Nunca he conocido a la señora Balanta hasta hece tres días. Nosotros simplemente nos inclinamos por la persona más decente. Que pueda hacer justicia y garantizar los derechos de la gente, sin pena. El Senado decidió no hacer avanzar al país, hacerlo retroceder al abuso», escribió Petro.
Piden la renuncia de tres ministros tras elección de Camargo
En la noche del miércoles 3 de septiembre, se conoció que la directora del Dapre, Angie Rodríguez, les pidió la renuncia a los ministros de Comercio, Diana Morales; TIC, Julián Molina y Trabajo, Antonio Sanguino. También se estarían alistando las salidas de los directores de distintas entidades.
Los tres representan partidos políticos con los que el Gobierno Nacional tenía acuerdos: Morales es del Partido Liberal; Molina, del partido de la U, y Sanguino del partido Alianza Verde. Todos llevan menos de un año en el cargo y, en el caso de Morales, solo tres meses.


